El Amo decide mientras ella siente. |
El dominante suele buscar en el
posicionamiento exacto de la sumisa entre otras cosas:
Comodidad: El Amo debe estar
cómodo, tener bastante lugar para moverse libremente y poder poner con el que
va a azotar en un ángulo que le permita moverlo sin esfuerzo y sin cansarse,
además de pudiendo dirigirlo de forma apropiada sin desviar el golpe por algo
que entorpezca la libertad de movimiento limpio del azote.
La comodidad del Amo es esencial. |
Fuerza: El que golpea debe poder
golpear con toda la fuerza necesaria para lograr el efecto buscado y no
quedarse sin fuerza por falta de espacio o mala situación etc...
Acceso total: El área a golpear debe estar totalmente expuesta y a la vista del Amo, y en el ángulo más apropiado para pegar con seguridad y severidad o al contrario suavemente pero siempre a su criterio, nunca al que pueda proporcionar una casualidad como pueda ser que la sumisa se cierre o mueva.
Acceso total: El área a golpear debe estar totalmente expuesta y a la vista del Amo, y en el ángulo más apropiado para pegar con seguridad y severidad o al contrario suavemente pero siempre a su criterio, nunca al que pueda proporcionar una casualidad como pueda ser que la sumisa se cierre o mueva.
Seguridad: la sumisa debe estar
puesta en una posición que facilite golpear en las áreas seguras y donde el Amo
desee golpear, mejor que la propia posición dificulte golpear donde se podría
hacer daño involuntariamente. (Siempre diferencio entre el daño y el dolor, me
gusta darle dolor no quiero jamás dañarla y eso es una regla para mi
imprescindible para que se pueda entregar con la soltura y la tranquilidad que
necesito tener para gozar del placer de su dolor, por severo que sea.)
El siguiente punto de vista el
que deseamos para la sumisa y están claras varias opciones que hagan del acto
un lujo, entre ellas podemos tener en
cuenta como ejemplo las siguientes:
Comodidad: realmente esto depende
del propósito de las nalgadas, y en el capricho del que castiga. Si se procura
dar unas nalgadas sensuales, es preciso que la sumisa esté cómoda, para que
pueda concentrarse en las sensaciones de la paliza. Si es una azotaina de
castigo, el dominante decide si le desea dar esa comodidad en más o menos
cantidad dependiendo del resultado final o incluso el momentáneo.
Anticipación: el hecho de que se le ordene
ponerse en una posición determinada prepara a la castigada para la paliza. En
la anticipación el miedo puede ser tan importante como el propio dolor. El
corregir la posición siempre da a la sumisa un toque de morbo puesto que sabrá
como el Amo desea verla mientras la castiga.
Sensaciones aumentadas: si la
parte a ser castigada está en la posición correcta, el que pega será capaz de
proporcionar todas las sensaciones que se requieran, sean de placer o de dolor
puesto que no se pierde en los alrededores sino que va directamente a conseguir
o la sensación exacta que le desea dar.
Que ella vea la ramita le da ese toque de miedo tan exquisito. |
Humillación: ser posicionada para
unas nalgadas, ser obligada a ofrecer el cuerpo para el castigo es humillante, se
siente tratada como una niña pequeña, y es excitante según mi forma de verlo.
Exposición: En la posición
correcta, un sumiso está totalmente expuesto mostrando las nalgas y los
genitales. A la sumisa se la debe obligar a facilitar siempre una buena
exposición ya que así le será más difícil proteger su sexo apretándose ya que la
vulva no es tan aparente como en el caso del sumiso que tiene sus genitales más
externos. Esto hace la cosa más humillante.
Atención: con las nalgas bien expuestas y dirigidas hacia el dominante, toda la atención se vuelve hacia la parte expuesta. La sumisa se siente “todo nalgas”. Eso intensifica las sensaciones ya que además debemos proporcionarle el ritmo adecuado para que pueda vivir la experiencia con toda la riqueza exigible. El ritmo, la frecuencia debe ser la que el Amo crea oportuna, las prisas nunca son oportunas. La sumisa debe tener tiempo de poder notar además de su dolor el placer en el Amo, mediante esos espacios en los que incluso podrá oír la respiración los comentarios, el silencio o lo que el Amo desee darle entre cada azote o nalgada.
Atención: con las nalgas bien expuestas y dirigidas hacia el dominante, toda la atención se vuelve hacia la parte expuesta. La sumisa se siente “todo nalgas”. Eso intensifica las sensaciones ya que además debemos proporcionarle el ritmo adecuado para que pueda vivir la experiencia con toda la riqueza exigible. El ritmo, la frecuencia debe ser la que el Amo crea oportuna, las prisas nunca son oportunas. La sumisa debe tener tiempo de poder notar además de su dolor el placer en el Amo, mediante esos espacios en los que incluso podrá oír la respiración los comentarios, el silencio o lo que el Amo desee darle entre cada azote o nalgada.
Sumisión: La sumisa ha de ser
obligada a ponerse en una posición muy vulnerable y humillante, sometiéndose
totalmente a la voluntad del que le va a castigar. Está indefensa y no puede
evitar el castigo. En el caso de ser castigada por cesión siempre me gusta que
me vea sentado tranquilo mientras ella solo puede darme su orgullo de sumisión.
Presentación visual: Si la sumisa
está en la posición correcta, la situación debe ser excitante no solo para su
Amo sino que lo será para otra sumisa que tengamos esperando o incluso si le
ofrecemos la bonita visión a otro Amo a modo de agradecimiento o regalo, aún
para quien no está en BDSM, porque el castigado está ofreciendo sus partes más
íntimas a la vista de los presentes en la sesión que el Amo le estará dando.
La varita despues de las nalgadas ha dado la propina para placer extra del Amo que la tiene a mano.. |
Cada Amo tiene su forma de ver su
BDSM, yo tengo la mía muy genuinamente mía y aquí solo expongo unos ejemplos
que tengo en cuenta a la hora de disfrutar de mi esclava y en ocasiones, aunque
pocas, de disfrutar viendo las caras de otras sumisas y sumisos al aplicar estas
reglas de forma natural. En estos casos en los que hay terceros se ha de
procurar que consigan disfrutar de la sesión y siempre darles la oportunidad de
hacerles partícipes, jamás estatuas inmóviles sin derecho a sentir. Esto es un
regalo que hago cuando tengo la oportunidad a mi esclava janna que así se sabe
importante en su rol, aunque a veces ha habido algún problemilla, la verdad es
que he de agradecer su buena voluntad.
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