El Amo tiene la obligación de formarse, su sumisa el derecho a confiarse a su Amo. Este blog me ayudará a aprender a ser mejor Amo y a conocer bien a mi preciosa y entregada esclava janna.
martes, 26 de noviembre de 2013
lunes, 18 de noviembre de 2013
La sumisa siempre debiera admitir sin reparos que en realidad es masoquista.
"Me gusta ser azotada. Que
me aten es excitante". Estas declaraciones hoy ya no impactan tanto como hace
algún tiempo pero la realidad a veces dista de las palabras dichas cuando se
profundiza en el tema y te das cuenta que aun es más excitante cuando te lo
hace una persona que tiene poder encima de ti y decide por ti los niveles de
sumisión que vas a tener.
Nos parece natural que el ser
humano intente evitar todos aquellos estímulos que le proporcionan malestar, y
entre ellos solemos pensar que el dolor es uno de los más importantes, ya que
normalmente lo asociamos al sufrimiento. Sin embargo, hay quien habla de
masoquismo de ‘baja intensidad': todos conocemos a alguien a quien le encanta
la comida tan picante que hace que se le duerma la lengua, todos tenemos algún
amigo que corre maratones agotadoras, y muchos nos hemos rascado alguna vez una
picadura de mosquito hasta levantarnos la piel o dejarla enrojecida. ¿Por qué?
Las relaciones entre placer y
dolor son más complejas de lo que podemos creer. En la comprensión de esta
relación extraordinaria una clave puede estar en las sustancias que produce el
cerebro cuando sentimos dolor. Se trata de las endorfinas, unos opiáceos
naturales de los que se sirve nuestro sistema nervioso para contrarrestar el
dolor y el miedo. Otro factor que se ha propuesto es el alivio que se siente
tras escapar o superar una situación desagradable, como sucede en las personas
que se autolesionan, generalmente para aliviar un sufrimiento psicológico. Pero
el caso del masoquismo es diferente, pues el dolor es percibido como placentero
en sí mismo, aunque hay quien ha planteado que el verdadero objetivo del
masoquismo se relaciona más con el poder y la sumisión que con el propio dolor.
Esperando... |
¿De qué depende la interpretación
del dolor?
La importancia del contexto ha
quedado claramente expuesta y ha demostrado que el cerebro se comporta de forma
distinta cuando un mismo dolor de intensidad moderada se compara con un dolor
‘peor' o con uno ‘mejor'. Las sumisas pueden interpretar ese dolor moderado
como placentero al compararlo con otro más intenso. A nivel cerebral se observó
una menor actividad en la ínsula y el cíngulo anterior, y una mayor activación
en el circuito de recompensa que incluye las cortezas pre frontal orbital y
ventro-medial.
En un interesante estudio
realizado por la Universidad de Dusseldorf se comparaba, entre otros, a un
grupo de personas con conductas masoquistas con un grupo de control que no
mostraba este tipo de comportamientos. Para empezar, encontraron que el grupo de
tendencia masoquista mostraba un umbral de dolor más elevado y valoraba la
estimulación láser que se les aplicaba como significativamente más agradable en
comparación con los controles. Y aún más interesante, utilizando la técnica de
magneto encefalografía observaron que, tras una primera estimulación táctil
indolora, la aplicación del láser ocasionaba una mayor amplitud en la respuesta
tardía del área somato sensorial primaria del cerebro. Los autores plantearon como una
explicación tentativa la posibilidad de que las personas con conductas
masoquistas sufran una alteración en la modulación del procesamiento de la
información somatosensorial. Así, estímulos como el dolor, que en la mayoría de
las personas aumentan la activación, serían percibidos como ‘normales' por
aquellos con comportamientos masoquistas.
El interés y la aceptación del
masoquismo y el sadismo han crecido en la sociedad, que incluso los ha retirado
del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Pero a nivel
científico aún queda mucho por saber sobre estas para filias. La psicología y
la neurociencia desean comprender y no juzgar al que disfruta sintiendo dolor.
Como se suele decir, "en la variedad está el gusto".
Estudiando bien los
diferentes comportamientos en general de las sumisas y sumisos, podemos encontrarnos con
sorpresas muy agradables cuando con un sentimiento de cariño desean ofrecerle a
su guía o Amo, al que le procesan un agudo amor especial, el dolor en su cuerpo que les produce ese placer en la demostración de su entrega, la cual bien administrada por el Amo llega a ser total sin esos limites que romperían la confianza de la pareja Sado/maso.
El suspiro alegre de mi sumisa pasa por el castigo.
Cuando decides que ya no puedes más con las palabras no
queda otra alternativa que pasar al castigo.
Tienes la suerte de tener una sumisa inteligente, una sumisa
rápida en su pensamiento, hábil en las segundas lecturas, pero aun con todo y
eso te das cuenta que no reacciona como tu deseas que lo haga y es que está
reclamando tu atención y la mejor forma de hacerlo es provocando de forma
consciente o de manera inconsciente un castigo para poder notar en su cuerpo el
trato personal de la única persona que puede aplicarle correctivo, su Amo.
Usar tu correa es dar tu personalidad propia. |
Bienvenida esa nueva sensación del castigo directo como
terapia de enamoramiento de la sumisa hacia su Amo por duro que sea darlo.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Esas sumisas de armas tomar.
Llevo años como dominante y cada
día es más complicado hacer obedecer a una buena sumisa.
Parece que haya llegado una
revolución en la que las sumisas quieran tomar el mando de la relación BDSM con
su Amo como si fuera éste un pobrecito marido tocado y hundido.
Desde el inicio de una relación
con tu chica, los años van pasando y la confianza va entrando en la pareja del
rol, todo va bien hasta que llega el fatídico momento en que tu ya veterana sumisa
cree que es portadora del saber de todos tus deseos y empieza a intentar
programar tu forma de actuar según su buena lógica de sumisa subida al carro de
la razón y la verdad.
Al principio un aviso, pero después
de un pequeño espacio de tiempo sigue opinando en lo que ella haría si fuera
Ama y intenta inculcar su forma de verlo todo, incluso el trato en su castigo
por hablar alto a su Amo. Ya no pasa mucho tiempo que vuelve a las andadas
porque el castigo era solo un aviso y naturalmente se lo tomó como un consejo y
no una reprimenda seria pero en tono moderado para no ofenderla en su ego.
Sabe que es un placer corregirla. |
“Parece mentira pero a mis amigas
no les pasa esto porque no se entregan tanto…”, ya está la frasecita en la que
es obvio separas su trayectoria de las de otras sumisas, ya que no viene a
cuento porque sus Amos también son otros con otras ideas, normas,
procedimientos y formas de ver la sumisión que desean les sea entregada por sus
sumisas respectivas.
Siempre, afortunadamente, llega
su enorme arrepentimiento no coincidente con el castigo recibido por su falta de
instinto de sumisión y de entrega hacia las directrices actuales dadas por el Amo.
Llega el gran día en el que ves
claro que debes actuar de forma ya decidida, (tu sumisa se está desbocando con
sus múltiples opiniones y conductas no deseables) y decides darle ese necesario
castigo severo para poder poner un punto y aparte en su conducta.
La atas bien de forma que no
pueda también llevar al traste tu castigo y le das su buena ración de azotes,
esta vez severos de verdad para que ya no haya dudas de tu mal estar con ella.
Las lágrimas parecen sinceras como para cesar ya puesto que ella no las deja
escapar.
Todo va bien.
Hasta la siguiente vez, que por
cierto no está muy lejos, porque ella esto no lo habría hecho nunca si hubiera
sido el Amo.
Vaya temporadita larga y dura, el
Amo nunca está acertado. ¿Sera que quizás ya no sea su Amo? Nooooo. Ella te lo
dice una y otra vez, solo es un comentario sin más trascendencia y sin mala
forma, hecha con toda la delicadeza de una sumisa con aun sus buenas señales en
su trasero bonito.
Esa crisis existencial de la
sumisa debería poner los pelos de punta al Amo, pero si realmente eres
dominante ves en su actuación un brote puntual de desequilibrio fruto de esa
confianza que la sobrepasa, es cuestión de no dejar que confunda sus límites
con sus obligaciones propias de su apreciado rol de sumisa de su Amo y siempre
aclaro de su Amo, del resto de mortales está claro que no. A todo esto sigo siendo de la opinión que si te ama tu sumisa es más alto el riesgo de la confianza pero también es más alto el nivel de entrega cuando te la da que suele ser siempre que se la pides.
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