De siempre
hablar con mi sumisa ha sido de las cosas más agradables que me puede dar
janna.
Desde el principio, la
comunicación, ha sido un lazo de unión muy importante porque a través de esas charlas
sinceras se va encontrando la verdadera entrega de tu sumisa. Saber lo que
pienso la relaja y saber lo que piensa me enriquece.
A veces buscas hacer ese cafelito en un lugar
tranquilo, ambiente rústico, en un bar de un pueblecito humilde y típico, si es
invierno y además llueve, nieva o hace un frío que pela entonces vamos al lado
del fuego a tierra que es donde más y más salen los mensajes desde muy adentro del
alma.
Invitar a mi
sumisa a tomar su cortadito en el transcurso de la sesión siempre nos ha dado
ese espacio que da el no tener prisa en nada y tener tiempo de gozar de su bonita
mirada entregada.
Cierto día
ocurrió algo sensacional. La invité a tomar el café como muchas veces hago en
la sesión, aun no sé como acabé con ella sobre mis rodillas dándole unas
nalgaditas de esas tan excitantes para ambos, cuando me di cuenta que aun
quedaba casi todo el café en nuestras tacitas. Le comenté que le daría el café
pero de una forma distinta. Con la cucharilla llena se lo fui dando despacito
sin darse la vuelta. Ese día fue el primero en el que tomamos café de la forma
más maravillosa de mi vida. No siempre pero alguna vez lo hemos repetido y
aseguro que es la forma de hacer el café más sensual que conozco. Cada
cucharita que entra en su precioso culito relajado es un regalo venido del
Olimpo que hace más sabroso el mio. Com es lento de tomar es fantastica la conversación en medio de la entrega tan bonita.
Al principio
fue necesario un tiempo de aprendizaje porque caía fuera pero con la relajación
suficiente se lo toma perfectamente.
Gracias janna
por tomar café conmigo.