sábado, 8 de junio de 2013

En mi BDSM no existen las limitaciones.


Tu amigo vainilla jamás olvidará tu regalo...
Para muchos, existen impedimentos, restricciones, que limitan las posibilidades o la amplitud de poder compartir más tiempo, con su pareja BDSM. El no poder atender plenamente, las necesidades que demanda nuestro psique (alma), nuestro cuerpo, para satisfacer nuestras pasiones empapadas de ansia, nos puede hacer entrar en un estado de frustración e impotencia, que en ciertas ocasiones, concluye en dejar de lado nuestra correcta participación en el fascinante universo del BDSM, convirtiéndonos en simples “amantes”.


El BDSM tiene una energía arrolladora, muy difícil de evitar cuando estás dentro de su inercia. Este sentir puede ser para algunos vivir la plenitud de la vida, siempre que estemos de acuerdo con nosotros mismos en la forma de llevarlo y no pretender emular a seres que según ellos son perfectos pero que seguro su forma de llevarlo no es lo que nos proporciona esa plenitud que deseamos obtener para sentirnos en nuestro sitio.

Este mordisquito es mas íntimo que en el
 cuello y te hace su Amo...
Hay muchísimas limitaciones, el tiempo, la distancia, el nivel cultural, incluso la relación con el plano vainilla, etc… son unos ejemplos de amplitud de miras que no te puedes permitir el lujo de obviarlas. Estas y otras limitaciones no asumidas pueden conducirnos a encuentros furtivos y porque no? a la mentira. Es la desagradable sensación de querer y no poder. En la relación de BDSM es primordial la sensación honesta de saber vivir la realidad de nuestra imaginación aunque sea dura de digerir en un principio, el conseguir erradicarlas es sin lugar a dudas nuestro gran éxito.

 Participar en encuentros mixtos puede proporcionar un morbo especial, no hay nada como invitar a un amigo sin advertirle lo que sucederá a una fiesta con tu esclava.

La relación BDSM, ciber, telefónico o real, es una práctica con sentimientos válidos y que creen genuinamente en ese sentir, a pesar de las limitaciones que se puedan presentar y aunque algunas veces puedas creer que dejan un sabor amargo, la realidad es que solo el hecho de saberlas y poderlas vivir es suficiente como para pasar de ser personaje de costumbres a ser un participante en una carrera de sensaciones y sentimientos completamente gratificante al principio y totalmente imprescindible cuando lo has disfrutado.
La honestidad con nosotros mismos hace que vivamos plenamente la relación BDSM con nuestra compañera de viaje y si hay mas, compartir con limpieza la relación es la clave de la continuidad exitosa, por lo menos para nosotros mismos.

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